De siempre me han gustado los niños y quise estudiar para trabajar en una escuela infantil. Pero la cosa se complicó y terminé estudiando farmacia (nada que ver jaja). Al ser madre, descubro que lo que realmente me gustaba para dedicarme a ello profesionalmente, no eran los niños (que si, también me gustan) sino la maternidad. Antes no conocía la maternidad como tal, solo los niños, y pensaba que era lo que me gustaba. Pero, al descubir este mundo en mi propia piel, me di cuenta que esto si que es lo que realmente me gusta. Es vocacional.